Guía sobre Casas Pasivas y PassivHaus

¿Qué significa el término PassivHaus?

Bajo ese término se esconde una alternativa a la construcción de viviendas tradicional que conocemos hoy en día. En términos definitorios se consideran edificios energéticamente eficientes y sostenibles que se caracterizan por otorgar una mejora en la calidad de vida de sus ocupantes, una eficiencia e independencia energética y además son asequibles en términos económicos. No todas son iguales, y dependiente de los materiales de construcción debemos diferenciar entre las casas pasivas prefabricadas, fabricadas y las casas pasivas modulares, como expondremos más adelante.

A lo expuesto anteriormente existe una excepción, las PassivHaus no hacen referencia a una marca comercial concreta, sino a un nuevo sistema de construcción que se ha ido extendiendo de forma progresiva. Bajo el lema de la innovación y de la sostenibilidad, se ha abierto un amplio abanico de posibilidades en un campo poco explorado e innovado en los últimos años.

¿Qué hay diferencias hay entre PassivHaus y Casa Pasiva?

Realmente estos términos tienen el mismo significado, ya que PassivHaus es un término que es originario de Alemania en la década de los 90, mientras que casas pasivas se corresponde a la traducción en español.

¿Cuál fue el origen del movimiento PassivHaus?

El mundo actual vive diariamente marcado por una serie de problemas medioambientales que derivan en graves consecuencias en múltiples ámbitos. Debido a ello, en los últimos años han empezado a introducirse cambios y nuevas fórmulas de comportamiento ciudadano que tienen como fin minimizar las consecuencias derivadas de dicha problemática. La sociedad ha ido adaptándose de forma progresiva a nuevas formas de vivir, que suelen estar enfocadas en la mayoría de los casos a la reducción de la contaminación.

Una vez que hemos empezado a conocer qué son las PassivHaus o casas pasivas, debemos hacer un repaso por su historia y navegar por sus orígenes para entender mejor su razón de ser.

¿De dónde procede esta forma de edificación? ¿Es realmente una técnica tan actual y novedosa como pensamos?

Lo cierto es que la respuesta a estas cuestiones está marcada por la curiosidad y el desconocimiento. Aunque solemos asociar el concepto y esta forma de edificar a nuestro entorno actual, lo cierto es que sus orígenes más remotos los encontramos en la Antigua Grecia. En aquellos años, la arquitectura pasiva que se adaptaba a las condiciones climatológicas de cada zona era la que imperaba a la hora de llevar a cabo ciertas construcciones. Tras esta etapa vinieron muchas otras en las que este concepto fue evolucionando, con mayor o menor impacto dependiendo del momento, pero consiguió empezar a expandirse a lo largo de numerosos territorios.

Marcada por una constante inestabilidad, la arquitectura pasiva cobraba mayor relieve cuando las condiciones medioambientales ponían de manifiesto su importancia. Un ejemplo de ello fue lo ocurrido en la década de los 70 con la crisis del petróleo. En ese contexto de importante crisis energética el modelo de construcción pasivo empezó a resultar mucho más atractivo y a ser estudiado con mayor entusiasmo y profundidad.

Fue entonces cuando se empezó a desarrollar el término con el que conocemos hoy a este tipo de construcciones. Passivhauss empezó a existir después de la publicación del libro de Edward Mazria, Passive Solar Energy Book. En este momento empieza a ponerse nombre a las casas que minimizan el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración que aprovechan las condiciones climáticas de cada sitio.

Sería en la década de los 80 cuando Wolfgang Feist, actual director del Passivhauss Institut, y uno de los principales pioneros en el desarrollo de esta técnica empezó a marcar, junto a Bo Amundson, la hoja de ruta hacia la idea tal y como la conocemos hoy en día. Lo que se buscaba era crear edificaciones que otorgaran un confort total recuperando conceptos iniciales de la arquitectura pasiva como la ventilación de doble flujo con recuperación de calor.

¿Cómo evolucionaron las PassivHaus?

Llegada la década de los 90, las ideas que anteriormente estaban en papel empezaron a hacerse realidad y se edificó en Darmstadt, Alemania el primer edificio de passivhauss. Tras él vinieron muchos otros, hasta completar en la actualidad la cifra de 25.000 construcciones de passivhauss en todo el mundo.

La técnica se ha ido perfeccionando con el paso de los años, pero la esencia de la arquitectura pasiva surgida en los primeros años de nuestra civilización sigue imperando en cada una de las construcciones de passivhauss que se realizan hoy en día. Todo ello es una muestra de que, aunque pensemos que se ha innovado mucho en materia lo cierto es que en muchos casos lo único que se ha hecho es avanzar y mejorar una idea ya existente, como en el de las passivhauss.

Esta alternativa no es algo que haya surgido de forma improvisada, sino que cuenta con el aval y el apoyo de arquitectos que se han ido profesionalizando en materia y que hoy en día ya han conseguido edificar más de 25.000 edificios de PassivHaus. De la misma manera, los números también avalan la razón de ser de estas construcciones ya que se ha conseguido demostrar que en ellas se reduce hasta un 90% el consumo energético del hogar a lo que debemos añadir, además, que el resto de las necesidades en materia energética pueden ser cubiertas con fuentes renovables.

Las 5 ventajas que ofrecen las Casas Pasivas y PassivHaus.

A continuación, observa las múltiples ventajas que ofrece una PassivHaus en relación a otro tipo de construcciones mas tradicionales:

 Ahorra un 75% en energía: Debido a los materiales de construcción y a su instalación se consigue crear un micro clima dentro de la casa pasiva, asegurando una temperatura estable y obteniendo unas perdidas energéticas mínimas, respecto a la casa convencional actual que tiene una mayor ineficiencia energética.

• Hermeticidad al exterior: La hermeticidad de una PassivHaus consigue una mayor calidad del agua y hace que no entren olores o aires contaminados, ya sea por la fachada, el tejado o los materiales de construcción propios de la casa. Todos estos factores ayudan a conseguir una mayor salud para sus residentes, es decir, un gran avance en comparación a la casa convencional.
  
• Materiales de alta calidad: Se usan los mejores materiales de construcción para un mayor confort, que se obtiene gracias a una estabilidad térmica ya que sus ventanas están compuestas por un doble o triple vidrio. Las casas pasivas también ofrecen un elevado aislamiento acústico debido al uso de materiales que absorben el ruido.
  
• Mejora de la calidad del aire: Las casas pasivas tienen un gran nivel de ventilación de forma natural, basado en un sistema de conductos que permiten circular al aire por toda la casa,  consiguiendo así un mayor flujo de aire y una pureza de este mismo que supera considerablemente a la construcción tradicional.
  
• Temperatura estable: Las casas PassivHaus cuentan con  una gran estabilidad térmica gracias a la red de conductos de aire que circulan por ella. La calidad de los materiales influye en que el calor que entre se mantenga el máximo tiempo posible, obteniendo una mayor eficiencia energética y una temperatura agradable.

¿Cuáles son los elementos de una Casa Pasiva?

Las casas pasivas o PassivHaus son construcciones estudiadas al milímetro cuyo fin principal es reducir el gasto al máximo posible en cada hogar y aportar el mayor confort a sus ocupantes. Los elementos que hacen posible todos los beneficios que nos aportan las casas pasivas se basan en cinco principios de eficiencia indispensables.

• • • El aislamiento térmico
    • Desaparición de los puentes térmicos,
    • Ventanas con características especiales.
    • Estanqueidad del aire.
    • Ventilación mecánica controlada

Para poder entender qué función e importancia tiene cada uno de ellos en el desarrollo de passivhauss desgranaremos a continuación sus usos, características y beneficios. ¿Empezamos?

¿Qué es el aislamiento térmico en una casa pasiva?

Es uno de los aspectos más importantes a la hora de iniciar la construcción de una casa pasiva. Lo que queremos conseguir es reducir al máximo nuestro gasto y para ello uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la temperatura de nuestro hogar.

Utilizar buenos materiales y técnicas de asilamiento nos ayudará a minimizar las pérdidas de calor en invierno y la entrada de este en verano, con lo que conseguiremos tener una temperatura estándar durante todo el año sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero y energía en aires acondicionados y calefacciones.

Para ello, contamos con varios tipos de materiales de aislamiento térmico entre los que se incluyen los fibrosos, los celulares y los granulares, cada uno posee unas características y se adapta mejor según las condiciones en las que se quiera construir la Passivhauss.

• Eliminar los puentes térmicos ¿son enemigos los que consideramos aliados?

Los puentes térmicos son zonas en las que se transmite el calor de una forma más fácil que en otros puntos aledaños debido a una variación en la resistencia térmica, esto provoca que se rompa la superficie aislante. Con las construcciones passivhauss esto se elimina, con la intención de disminuir el consumo energético y evitar ciertos efectos negativos que ocasionan en momentos determinados los puentes térmicos.

Un ejemplo de ello es la condensación provocada en las ventanas de vidrio aislante y aluminio durante los meses de invierno, en donde debido a los cambios de temperatura se pueden apreciar grandes cantidades de humedad en sus límites, algo nocivo no solo para el hogar sino también para las personas que lo habitan.

Con la innovación que introducen las passivhauss se consigue eliminar los puntos fríos del hogar así como el contraste de temperatura, con lo que se logra alcanzar un confort térmico. Todo ello se traduce en un bienestar a nivel completo, tanto en el ámbito del bienestar personal como en el del ahorro económico y energético, haciendo alusión a su razón de ser: la sostenibilidad, el ahorro y la comodidad.

Ventanas passivhauss: aliados indispensables para la sostenibilidad

Para conseguir que la edificación de Passivhauss obtenga el éxito esperado debemos de tener en cuenta muchos factores que consideramos fundamentales, pero por encima de todo ello existe un pilar que es clave para conseguir el importante aislamiento del que se hablaba al inicio: ventanas passivhauss.

Aparentemente parece que estamos hablando de puertas y ventanas convencionales, pero las características que reúnen las empleadas en las construcciones passivhauss van un paso más allá respecto a las tradicionales. En primer lugar, deben de tener un certificado de autorización por el Passivhauss Institute a través del cual se puede certificar que las ventanas Passivhauss cumplen una serie de requisitos sin los cuales no podrían emplearse en este tipo de construcciones.

Estos van encaminados especialmente hacia el aislamiento térmico, aunque varían levemente dependiendo de las condiciones climáticas en las que se lleve a cabo la edificación. Uno de los principales problemas a la hora de mantener la temperatura de un hogar, objetivo primordial de Passivhauss, son los espacios abiertos de este.

Partiendo de esa base las ventanas Passivhauss deben de reunir una serie de características que aporten, entre otros: buen aislamiento, captación y protección solar, seguridad y luz natural al edificio. Para poder conseguir todo eso, las ventanas Passivhauss cuentan con separadores térmicos, vidrios poco emisivos, siete cámaras de aire en el marco y seis en la hoja y un montaje preciso que cuida y garantiza sus propiedades.

Ventanas Passivhauss = estanqueidad del aire

Si hablamos de confort y bienestar en el hogar de forma automática estamos haciendo referencia a la estanqueidad del aire. Este concepto, que a priori nos parece completamente desconocido, está íntimamente ligado con las ventanas y los materiales de construcción de las casas pasivas. En una vivienda normal el aire tiene una estanqueidad de entre 5 y 7 renovaciones por hora, mientras que con Passivhauss se alcanzan cifras sobre 0,6 renovaciones por hora. Esto se consigue gracias a un importante proceso de sellado que garantiza la hermeticidad gracias a la cual el aire no entra ni sale, reduciendo de esta manera el gasto energético y económico.

¿Todo ello quiere decir entonces que las casas pasivas son completamente herméticas y que el aire no se renueva en ellas?

La respuesta a esta cuestión es: no. Existe un proceso a través del cual la casa se ventila, pero está muy alejado a la técnica empleada en las construcciones tradicionales. Hablamos del sistema de ventilación de doble flujo.

Ventilación mecánica controlada: los pulmones de Passivhauss

Al igual que sus integrantes, los hogares también necesitan respirar y renovar el aire que tienen en su interior, algo muy beneficioso en múltiples ámbitos tanto para el edificio como para los individuos que lo habitan. Para ello, las Casas Pasivas cuentan con un sistema de ventilación mecánica que suele ubicarse en la parte baja o sótano y que cuenta con un funcionamiento basado en aspirar el aire con un ventilador, limpiarlo con una serie de filtros y que entre en el recuperador de calor.

Con ello, lo que se consigue es que haya un proceso de ventilación constante y además posibilita la recuperación de una gran parte de la energía del edificio.